ASAJA Aragón muestra su disconformidad ante el “catastrazo” del Ministerio de Hacienda al campo

Desde finales del mes de junio los agricultores y ganaderos en Aragón están recibiendo desde la Gerencia Territorial del Catastro comunicaciones de alteración catastral, en las que se informa de la modificación de la valoración catastral de sus fincas rústicas, lo que va a suponer en la práctica un incremento del IBI de rústica que deben pagar las explotaciones familiares agrarias.
En una primera comprobación, desde Asaja Aragón hemos constatado una subida media de un 2,4 del valor a fecha 2025 respecto a la anterior valoración.
Desde Asaja Aragón consideramos innecesaria e inoportuna esta subida, en un contexto de crisis para el sector, que arrastra campañas con altos costes de producción y bajos precios agrícolas. Sirva como ejemplo la presente campaña de cereal de invierno, donde a pesar de unos buenos rendimientos a nivel general, no van a ser suficientes para generar beneficios en las explotaciones, debido a los bajos precios de venta de estos.
ASAJA Aragón se pregunta porque ahora esta revisión del suelo y su consiguiente subida. Su secretario general, Ramón Solanilla recuerda que “las explotaciones son el medio imprescindible para la actividad agraria. El incremento del IBI que surja de las actuales revisiones catastrales puede generar serios problemas económicos a los profesionales del sector y generar un valor de las fincas por encima del mercado actual”.
Desde Asaja Aragón recordamos que una de las modificaciones que planteamos introducir en la Ley de Agricultura Familiar es la de una fiscalidad diferenciada para las explotaciones familiares agrarias, que les sirva como balón de oxígeno ante los elevados costes de producción a los que se enfrentan.